Economías pospandemia: cuatro claves para una recuperación “verde y resiliente”
El futuro luce incierto. Pero si hay algo seguro es que pensar en modelos sostenibles ya no es alternativa, sino una obligación. Acá varios expertos explican por qué es importante y cómo hacerlo.
Por Airam Fernández
Hay consenso en que una de las grandes necesidades tras la pandemia es impulsar modelos más sostenibles, a través de estímulos verdes. De hecho, es urgente, y las economías más importantes del mundo ya están dando pasos decididos en ese camino.
En Chile, la discusión es similar y se da en la esfera pública y en la privada. Si bien en la región es el país con mayores avances e intenciones al respecto, los expertos dan luces sobre estrategias o medidas concretas para que la recuperación local sea mucho más resiliente, sostenible y acorde a los nuevos desafíos ambientales. Y también para que avance más rápido en ese sentido.
1. Mirar otros ejemplos
Suena trillado, pero es necesario para adaptar experiencias exitosas o promisorias a la realidad local. La directora del Observatorio de Sostenibilidad de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Reinalina Chavarri, destaca lo que está haciendo Europa, incluso antes del Covid-19, con su Pacto Verde Europeo. Si Chile hace algo similar, debe prevalecer la visión a largo plazo, “donde las PYME tengan un rol central”. A su juicio, el país también puede inspirarse en Nueva Zelanda, que vio en la pandemia “una oportunidad única” para reformar su sistema energético, según dijo la primera ministra Jacinda Ardern, quien prometió utilizar 100% de energías renovables a 2030, cinco años antes de la fecha prevista.
Chile ha dado pasos decididos en materia de electrificación, pero hay otros países donde la aceleración es mayor. Gonzalo Muñoz, Champion de la COP25, pone un ejemplo muy reciente de Estados Unidos: a fines del año pasado, California anunció que en 2035 dejará de comercializar vehículos a combustión.
2. Acelerar criterios ASG
Hace rato que las economías más importantes del mundo entendieron cuán relevante es aplicar criterios ASG (ambientales, sociales y de buena gobernanza), señala Muñoz. Es algo que no sólo toman en cuenta a nivel de gobierno, sino privado. “Incluso en fondos de inversión y en la banca ya empieza a ser cada vez más exigible”, sostiene.
El gerente general de BlackRock en Chile, Andrés De Goyeneche, coincide en este punto, y dice que una de las grandes lecciones que dejó la pandemia fue que “las compañías más robustas” en esto “mostraron más resiliencia para atravesar la crisis”.
Por eso advierte la necesidad de aprovechar esta oportunidad para “construir inversiones sobre la base de la sostenibilidad ambiental”, subrayando que hace año y medio, “en Latinoamérica y en Chile los clientes no mostraban un interés tan significativo en inversiones sostenibles”. En cambio, hoy las condiciones están dadas: “Por ejemplo, hay creciente interés por parte de las administradoras de fondos de desarrollar fondos sostenibles y, adicionalmente, a fines de noviembre fue emitida una norma con carácter general de la Superintendencia de Pensiones para que, desde mayo de 2021, se incorporen criterios ASG a las políticas de inversión y de gestión de riesgos de los fondos de pensiones”.
3. Regulaciones que impulsen las inversiones verdes
Trabajar en esto es clave, dice De Goyeneche, y va muy ligado al punto anterior. Acá destaca que la CMF está trabajando en una normativa desde 2019 para desglosar información y políticas de riesgo que incorporen los criterios ASG. Pero cree que es necesario acelerarlo: “Con una regulación robusta desde esa perspectiva, las compañías van a proveer más y mejor tipo de información, lo que otorgará una mejor materia prima a los gestores de fondos que invierten en ellas, para tomar mejores decisiones o por lo menos con mejor información”.
4. Pensar en empleos verdes
Para Gonzalo Muñoz, la recuperación verde pasa por considerar todos los sectores, con acciones que permitan que sean más sustentables. Pero se debe empezar por algo, y sostiene que el reacondicionamiento energético debe ser prioridad, especialmente ahora que Chile tiene una ley de eficiencia energética. “Las viviendas, edificios e industrias debieran empezar a reacondicionarse rápidamente para reducir la ineficiencia energética”, dice. A partir de esa actividad se pueden generar empleos de forma más rápida que en otros rubros, que “no necesitarán grandes calificaciones o permisologías en muchos casos”.
Las soluciones basadas en la naturaleza también pueden generar grandes impactos en este sentido, dice Muñoz, por ejemplo con “limpieza de quebradas, de cuencas, estrategias para mejorar las condiciones de uso del agua, generar condiciones para plantar y replantar más especies nativas, o mejorar las condiciones de enverdecimiento en las propias ciudades”. Actividades que se traducirán en “empleos verdes de buena calidad”, añade, e incluso en un estímulo adicional al empleo femenino, algo que a su juicio “se requiere con urgencia” para recuperar las condiciones de equidad perdidas durante la pandemia.