Fuerza laboral: mujeres avanzan en tres sectores clave para el país
Minería, energía y construcción son áreas históricamente masculinizadas, que poco a poco se han ido abriendo a contratar más mujeres en roles relevantes. Pero se necesitan más. Varias expertas detallan cómo ha sido el trecho recorrido y qué cosas han cambiado, para bien.
Que se encarguen de la mantención de los equipos en minas y plantas industriales. Que asuman más jefaturas en obras de construcción. Y que se les vea cada vez más en altos cargos públicos donde se toman las decisiones importantes en la industria energética.
En tres industrias clave para la economía del país, este escenario era lo más parecido a una utopía hace una década. Pero hoy es una realidad en desarrollo.
Antes que la pandemia llegara a Chile, el porcentaje de participación femenina en la minería era de 9%, según cifras oficiales. De acuerdo a datos de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), la fuerza laboral femenina llega apenas al 7% en este rubro. Y en energía, el reporte “Gender Equality in the Energy Sector”, elaborado el año pasado por C3E -Clean Energy, Education and Empowerment- con datos de nueve países, indica que Chile tiene la cifra de participación más baja a nivel de autoridades en el sector, con 11%.
Son porcentajes bajos, pero hay consenso en que son muy significativos por cuanto estas industrias históricamente han sido dominadas por la fuerza laboral masculina.
La gerente del Consejo de Competencias Mineras (CCM), Verónica Fincheira, señala que en el sector que constituye el motor económico del país –el minero-, el crecimiento ha sido exponencial y existe una intención “real y concreta” de aumentar la participación. Sobre la base de cifras del Estudio de Fuerza Laboral para la Minería 2019-2028, realizado por el CCM, Fincheira detalla que la contratación de mujeres en las empresas mineras subió de 9,1% a 17,3% entre 2012 y 2019, lo que a su juicio es “una clara señal” de intencionar la incorporación en el sector.
“Incluso pasando por períodos de baja contratación, como en la actualidad, lo que se está privilegiando es incorporar mujeres en posiciones asociadas a la cadena de valor de la minería”, añade.
Para la subsecretaria de la Mujer y la Equidad de Género, Carolina Cuevas, esto es resultado, en gran parte, de un avance cultural en el país que ha permitido el desarrollo femenino “en todas sus dimensiones”.
“Por ejemplo, podemos encontrar mujeres que anteriormente fueron dueñas de casa, con bajos niveles de estudio, y a quienes la necesidad de trabajar las acercó a la construcción y hoy se desempeñan en faena. Pero también vemos a mujeres que son ingenieras civil industrial o ingenieras aeronáuticas que trabajan en minería”, ejemplifica.
Impacto positivo
¿La mirada femenina ha transformado a estas industrias? También hay acuerdo en que sí.
Para Fincheira, el cambio más evidente y positivo es que finalmente se pudo poner la temática de género al centro. En ese sentido, Cuevas señala que, con los años, se han ido derribando estereotipos que ubican a los hombres en estos sectores y a las mujeres en otros, o en áreas donde ellas sólo se dedican a labores consideradas “más blandas”. Y aunque dice que acá lo usual es el incentivo a no hacer distinciones entre oficios de hombres y de mujeres, sí cree que hay ciertas áreas donde el impacto femenino ha sido muy positivo.
“Hoy podemos decir que las mujeres se destacan más en ámbitos relacionados con habilidades motrices y una labor más fina, como el trabajo en electricidad, remate o terminación, enfierrado, cerámica o manejo de grúas. Son muy detallistas y prolijas. Destacan por ser ordenadas y eso, en un obra o faena, previene accidentes laborales”, explica la subsecretaria.
Desde su mirada sectorial, y a propósito del trabajo público-privado que han desarrollado en el marco de “Energía +Mujer”, la coordinadora de esta iniciativa, Marcela Zulantay, añade que han visto cambios “progresivos y elocuentes”, como la visibilización de más liderazgos femeninos en cargos de alta gerencia e incluso en los gremios, como en la Asociación de Generadoras de Chile, la Asociación Gremial de Hidrógeno, la Asociación Chilena de Energía Solar o la Asociación Nacional de Empresas de Eficiencia Energética.
“Hace una década, eso no se vislumbraba”, subraya.
En esa línea, la gerente de Recursos Humanos de Infraestructuras de Acciona, Verónica Scotti, añade que al aportar una mirada diversa, las cosas se hacen de una manera “más creativa e innovadora”, lo que contribuye a un mejor clima laboral.
Se buscan
Pese a estos avances, los desafíos siguen y apuntan a aumentar las cifras de participación. Pero no se trata de emparejar la cancha “porque sí”, pues más bien, a juicio de Carolina Cuevas, “es un tema de bienestar social y una incidencia positiva” en el bienestar de todas las familias que están detrás de ellas. Pero también un aporte en el progreso económico del país.
Para Zulantay, hay que mirar la experiencia comparada: “La presencia de la mujer en los cargos no sólo de dirección sino que de operación a nivel profesional y técnico, permite lograr mejores resultados a las empresas”. En energía, dice que es clave promover que accedan a más puestos de toma de decisión, “pues en la literatura se ha destacado, por ejemplo, que sus liderazgos son más inclusivos y colaborativos”.
Scotti coincide, y subraya que si en todas las áreas de la construcción la participación es baja, en el nivel de la toma de decisiones es donde están menos presentes.
Lo mismo pasa en minería, donde también se necesitan mujeres en altos cargos, aunque a juicio de la directora de Page Group, Pamela Mezano, este déficit “se produce porque están estudiando, entonces hay que tener un plazo para que empiecen a ocupar puestos de trabajo como gerencias y jefaturas”.
También se necesitan más mantenedoras, advierte Fincheira. “El sector se ha propuesto generar estrategias de atracción, en posiciones de la cadena de valor principal, sobre todo en perfiles de mayor demanda, como mantenedoras, donde el nivel de participación femenina es muy bajo, llegando al 1,4%”, dice la ejecutiva, añadiendo que es una de las áreas que más oportunidades tendrá el próximo año, algo que confirma un estudio reciente de Page Group, sobre las tendencias de búsqueda en el sector para el 2021.
Cómo avanza cada sector
Para la coordinadora de Energía+Mujer, Marcela Zulantay, es necesario que todas las industrias entiendan que “los equipos mixtos -en todo nivel y orden- logran mejores resultados, son más eficaces y otorgan sostenibilidad; y que la participación de más mujeres agrega valor a las organizaciones que las incorporan”.
En esa línea, cree que es importante mirar lo que se ha logrado en este y otros sectores, gracias a la colaboración público-privada. “Hay instituciones que no tenían Política de Diversidad e Inclusión (o de Género) o Comités Internos en esos ámbitos. A partir de sus propias definiciones y convicción, diversas instituciones se comprometieron y han instaurado estos instrumentos, como el Coordinador Eléctrico Nacional, que en marzo de 2019 presentó su Política”, apunta.
En Acciona, decidieron que la construcción del Hospital Provincial Marga Marga fuera la primera obra de infraestructura pública en Chile que se desarrollara con enfoque de género, dice su gerente de Recursos Humanos de Infraestructuras, Verónica Scotti, “lo que significa que uno de sus edificios, el de sala cuna, será levantado por un equipo conformado exclusivamente por mujeres”.